Katharina Nill. Tu lingüista en alemán

  • en
  • es

Opinión

La página web para traductores: ¿opción u obligación?

Dejemos algo claro: llevo dos años y medio trabajando como autónoma y hasta ahora, no había sentido la necesidad de tener una página web. O eso creía.

Es cierto que conozco a varios traductores exitosos, incluso con más de diez años de experiencia, que aún no tienen una página web. También creo que es más importante cuidar a los clientes que ya tienes, en lugar de centrarte únicamente en buscar nuevos. Además, una página web conlleva más gastos y requiere tiempo para escribir textos, seleccionar imágenes y otros detalles. En resumen, cuando comienzas, tener una web no debería ser una prioridad.
Sin embargo, después de un tiempo trabajando como autónoma, muchos clientes empiezan a preguntarte si tienes una página web o un blog que puedan consultar. Y te cansas de decir que no. Incluso los clientes con los que llevas tiempo trabajando quieren saber más sobre ti: de dónde vienes, cuál es tu historia, qué servicios ofreces y en qué otros proyectos estás trabajando. Personalmente, también me gusta conocer mejor a las personas con las que colaboro, aunque no las haya conocido en persona. Ver su trayectoria y sus logros profesionales me inspira y refuerza mi confianza para seguir trabajando con ellos.
Por eso, quería una página web al terminar mi segundo año como autónoma. Me informé y descubrí la posibilidad de solicitar el Kit Digital, una ayuda económica destinada a digitalizar negocios. Gracias a este apoyo, este primer año mi página web ha sido bastante asequible. Encontré rápidamente al equipo que se encargaría de diseñarla: el fantástico equipo de Abanico Networks. Así que ya no tenía excusas. ¡A escribir!
Ahora que la página está lista, mis objetivos principales son:
  • Aumentar la visibilidad de mis servicios y mejorar la imagen de mi negocio.
  • Facilitar que los clientes me conozcan mejor y puedan ponerse en contacto conmigo.
  • Publicar artículos como este, que puedan ser de utilidad.
Pensándolo bien, hoy en día investigamos casi todo antes de probarlo, ¿no es cierto? Si visito la página web de una nueva pizzería antes de probar la pizza, ¿por qué no haría lo mismo un cliente que busca una traducción?
Así que, para concluir: mi respuesta es que tener una página web es una obligación, pero no desde el principio. Cuando ya tienes algunos clientes consolidados, llevas al menos unos meses trabajando por tu cuenta, te gusta y ves futuro en esto, no lo dudes más. Es un paso más hacia convertirte en el/la profesional que quieres ser.

Hablemos sobre cómo puedo ayudarte

¿Estás interesado en trabajar conmigo? Déjame un mensaje o reserva una llamada.

Póngase en contacto